El contrato de obra precio cerrado y llaves en mano 

 

Con el fin de evitar desfases y sobrecostes en materia de construcción es frecuente que las partes de un contrato de obra o de construcción o el propietario de la obra exija contratos a precio cerrado y/o llave en mano. En el presente artículo destacamos las principales diferencias entre ambos contratos; sin que podamos evitar recordar que, como ocurre con muchas figuras contractuales, hay muchas zonas grises y en el día a día del despacho vemos figuras que están a caballo de una u otra modalidad.

Este tipo de contrataciones, comúnmente utilizadas en el ámbito de la construcción, pueden ser algo más costosas de lo habitual dado que la empresa constructora asume más riesgos, pero también ayudan a evitar disparidad en calidades y sobrecostes. Y además garantizan al Promotor o Propietario tener un control del coste de la obra.

 

CONTRATO DE OBRA A PRECIO CERRADO

Contrato por el que el constructor se compromete a la entrega de la obra pactada por un coste o precio total máximo previamente establecido. La principal ventaja para el futuro propietario parece evidente, y es el conocimiento de cuál será el coste total del proceso constructivo, pactándose, por lo general, incluso unos precios normalmente llamados “contradictorios” para aquellas partes de obra que puedan surgir durante el proceso constructivo y que no fueron presupuestadas por el contratista en el precio final pactado.

El contrato de obra a precio cerrado contempla el coste/precio de la construcción en sí, sin incluir más gastos.

Estos gastos de construcción engloban los trabajos de construcción / albañilería y los de los industriales.

 

CONTRATO DE OBRA LLAVES EN MANO

Se caracteriza por la entrega de la obra al propietario completamente terminada y operativa. La empresa contratada se encarga, en la mayoría de los casos, de todas las etapas del proyecto, desde el diseño inicial, junto con todos los trámites administrativos correspondientes para la adquisición de licencias o gestión de materiales para la ejecución de la construcción, hasta su entrega final con todos los elementos requeridos para que se considere funcional y apta para su uso.

El contrato de obra llaves en mano implica, por tanto, un paso más respecto al simplemente contrato a precio cerrado. En los contratos llaves en mano se incluye también: (1) los gastos autopromotor – técnicos, geotécnicos, licencias, decenal, primera ocupación…-, (2) los gastos de construcción de la propia vivienda -industriales, albañilería…- y (3) los gastos de acabados exteriores.

En conclusión, en ambos tipos de contratos existe un precio cerrado global o por partidas. La diferencia radica en que en el contrato llaves en mano se entrega un proyecto completamente terminado y operativo ofreciendo todos los servicios de manera unida, mientras que en el contrato de precio cerrado existe un costo total de los gastos de construcción, pero no incluye la realización de todos los trámites necesarios para legalizar la misma. La elección entre uno u otro dependerá de factores como el precio, la complejidad del proyecto, y la preferencia por la gestión integral o no del proceso de obra.

En caso de duda es siempre recomendable consultar con un asesor experto en este tipo de contratos. En Torralba Bertolin Abogados podemos asesorarle y tenemos la experiencia para asesorar a empresas y a particulares sobre estas cuestiones.

 

El presente artículo contiene información de carácter general, cuya finalidad es meramente divulgativa. En ningún caso podrá considerarse asesoramiento legal o recomendación jurídica. Para cualquier tipo de asesoramiento legal póngase en contacto con nosotros en: abogados@torralbabertolin.com

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